Para situarnos, el Rocío es un pequeña aldea situada en el municipio de Almonte, en la provincia de Huelva. Todos los años se celebra una romería que reúne a cientos de miles de personas que acuden a venerar a la Virgen del mismo nombre.
Es curioso recordar mi visita al Rocío como muy similar a esas celebraciones hindúes tan vistosas que tuve la oportunidad de vivir en Haridwar o en Rishikesh, junto al colosal río Ganges. Un fervor religioso que impacta y conmueve a todo el que lo presencia, sea creyente o no. Yo por mi parte no lo soy, pero esa visita a la pequeña aldea del Rocío me dejó muy impactado por su autenticidad, ritualidad y por toda la ceremonia que hay detrás de la celebración religiosa. Tanto me gustó que volví al año siguiente, porque esto no es algo que se comprenda en una visita relámpago la misma noche de Pentecostés.
Resumen
El peregrinaje al Rocío
En ninguna de mis dos visitas tuve la oportunidad de caminar hasta la aldea almonteña, más que nada por cuestión de trabajo/tiempo, pero sí que pude presenciar de primera mano la salida de carrozas desde Huelva y su posterior llegada a la aldea de Almonte. ¡Menudo espectáculo! desde las 8 de la mañana las coloridas carretas y carromatos comienzan a agolparse en hilera por toda la avenida de Andalucía onubense.
Como toda fiesta patria que se precie, la gente comienza prontito a calentar motores con cánticos, fino o manzanilla (vinos de graduación de la tierra), cerveza, rebujito y lo que haga falta. Muchas de las carretas van guiadas por cuadrillas de caballos, algunas más tradicionales van tiradas por bueyes y también se suman muchos caminantes a pie, además de los que hacen el camino en barca atravesando la ensenada litoral del río Guadalquivir. El camino no tiene desperdicio, amplias veredas, senderos de tierra y tramos en los que se atraviesa el parque de Doñana.
En la actualidad hay más de 100 hermandades, encabezadas por la hermandad matriz de Almonte, que se reúnen anualmente para hacer el camino del Rocío. Peregrinos venidos de muchos puntos de España, la mayoría de provincias cercanas a Huelva como Cádiz o Sevilla pero también otros que pertenecen a hermandades de diferentes puntos del país y que caminan o se trasladan desde mucho más lejos. De entre todas las posibles alternativas para llegar a la aldea destaca el llamado camino de Sevilla, uno de los recorridos más conocidos, integrado por bifurcaciones y variantes entre pueblos a las que se van sumando las cofradías. Este camino atraviesa zonas como Isla Mayor o Isla Mínima (si, la de la película), todo depende de tu punto de salida.
Un punto recomendable para presenciar el camino de las hermandades en dirección a Almonte es Villamanrique de la Condesa, que proclama este paso como fiesta de interés turístico y lugar estratégico en el que la primera hermandad filial (la de Villamanrique) recibe al resto de cofradías.
Otros caminos muy populares son los de Huelva o Cádiz, incluso existe un camino desde Bruselas, ciudad que cuenta con una hermandad filial desde hace unos años. Como véis, las opciones son casi incontables y lo que suele faltar es el tiempo suficiente para hacerlo. Como mencionaba antes, una opción relativamente rápida y muy bonita es hacer el camino hacia la aldea en una embarcación, atravesando las marismas del río Guadalquivir.
Llegada a la aldea de El Rocío
La pequeña y pintoresca aldea almonteña es el punto y final para los peregrinos y curiosos que vienen a disfrutar de la celebración. Yo he tenido la suerte de visitarla dos veces y aunque no mentiría si dijera que puede llegar a resultar agobiante por la enorme cantidad de gente que se congrega en un espacio tan pequeño, la experiencia merece realmente la pena. No hay peregrinación religiosa que se precie sin alboroto, grandes aglomeraciones y fervientes devotos 😉
La entrada de hermandades se produce de manera más o menos gradual, acomodándose en sus diferentes casa-hermandad. La aldea de El Rocío está repleta de pequeñas calles arenosas y casitas de estilo clásico, con establo y palenques para amarrar a los caballos. Si no te puedes costear un buen alojamiento en Almonte, cosa bastante probable en esas fechas, siempre tienes la opción de ir a un camping o de compartir alojamiento. En último caso siempre puedes quedarte de parranda hasta altas horas y dormir a tu aire con una manta o un saco de dormir 🙂
Parte de la magia de la aldea durante esos días es la fiesta entre las hermandades. Muchas organizan saraos en los que invitan a fino, cerveza, jamón y demás productos típicos de la tierra. Es un buen lugar para conocer gente, pasarlo bien y dejarse llevar por los que mejor saben como funciona esto. El pueblo también tiene algunas tabernas, pequeños supermercados y una zona bastante grande de puestos para comprar bebida y recuerdos típicos como sombreros, camisetas o imágenes de la virgen. Por cierto, para llegar a la aldea en bus salen autobuses de la empresa Damas desde Huelva con bastante frecuencia. El tren más cercano llega hasta la localidad de Palma del Condado, a unos 15 kilómetros de la aldea.
Los días grandes del Rocío
Los días más importantes de la romería son el domingo y el lunes de Pentecostés, cuando se cumplen cincuenta días de la Pascua. Las fechas pueden variar pero el mes es siempre el mismo, mayo (en 2016 cae en 15 y 16 de mayo). El momento culminante es la salida de la virgen en la madrugada del domingo, cuando todos los simpecados se han depositado en la ermita.
Los simpecados son como los emblemas de las diferentes cofradías, que suelen representar a la virgen en una figura o estandarte y que son transportados en una carreta especial para tal efecto por cada una de las hermandades afiliadas. La hora de salida de la virgen no es siempre la misma ya que hasta que no se depositan todos los simpecados de las hermandades en la ermita no se puede sacar a la virgen.
Después de que la hermandad matriz deposita el último simpecado y del rezo del santo rosario comienza uno de los momentos más fervorosos de la romería, el “Salto de la Reja”. Momento en el que se cierra el círculo, el encuentro con la Virgen del Rocío, también conocida como «Blanca Paloma» o «Reina de las Marismas».
Antiguamente la virgen no salía hasta la mañana del lunes pero una noche dos almonteños decidieron saltarse la norma y trepar por encima de la reja. Algo que comenzó casi como una anécdota se ha convertido en un acontecimiento único para los almonteños que desde esa fecha se agolpan cada año para saltar la reja y cargar a la virgen sobre sus hombros.
Después del salto de la reja la virgen procesiona hasta bien entrada la mañana del lunes. Durante esas horas de procesión todo el mundo intenta acercarse a la imagen y se oyen gritos de ¡Que viva la Blanca Paloma! en el recorrido.
Recomendaciones
- Relájate y pásalo bien. Algo obvio si, pero que no está de más recordar. En tu camino vas a encontrarte con gente auténtica y singular con la que seguro que merece la pena socializar y que te pueden contar anécdotas o información interesante sobre la romería.
- La bota alta no es solo una moda del camino del Rocío, es muy útil para no estar vaciando tus zapatos de arena cada dos por tres.
- Mascarilla para la boca. Cuando vivía en Vietnam se llevaban mucho las mascarillas de tela para conducir en moto, por eso de la polución. Me llevé una al Rocío (en la foto) y me resultó bastante útil. Un pañuelo también puede servir 😉
- Paciencia en las aglomeraciones. Aunque tengas que esperar más de lo normal, seguro que llegas a tu destino.
- Alojamiento. Tanto si tienes planeado quedarte en un hotel, hostal o camping de la propia aldea o alrededores tienes que reservar plaza con muuucha antelación.
- Hacer el camino. Si tienes planeado hacer el camino tienes que tener libres los días anteriores al fin de semana de romería para poder planearlo cómodamente. También puedes hacerlo el mismo sábado o domingo desde alguna ubicación más cercana a la aldea. ¡Las posibilidades son enormes!