Estas son unas fotos de la ruta que suelo seguir para llevar a Alicia al trabajo. Como os podéis imaginar por las imágenes: Caos total. Pitos continuamente, gente que se te cruza por todos los lados, aberrados y fitipaldis a toda pastilla… toda una experiencia religiosa, como diría el amigo Enrique Iglesias.
Aunque todo este tráfico loco tiene su lado lúdico, ya no echo tanto de menos esos juegos de conducción de la ps2 😉
Y lo de hablar por el móvil? Eso es lo mas divertido. No se cortan un pelo en hablar o mandar sms mientras conducen. Muchas veces ves a toda la familia en la moto: padre, madre y dos o tres niños, y el padre va hablando por teléfono mientras conduce… jejeje.
Otra de sus locas costumbres es que los grupos de amigos que van en dos, tres o cuatro motos se sitúan en paralelo ocupando casi toda la carretera y se ponen a charlar como si estuvieran sentaditos en un banco del parque comiendo pipas.