Este vietnamita es un vendedor de carbón para cocinas. Por la mañana carga la bici hasta arriba y a las pocas horas ya lo ha vendido todo.
El carbón es barato y aún se usa mucho en Vietnam. Muchas familias y pequeños puestos de comida utilizan esta energía para cocinar.
Esto es una cocina de carbón. Cuando éste se consume se vuelve rojizo y hay que sacarlo con unas pinzas. Paseando por la calle, se suelen ver los restos de estos cilindros casi de una pieza.
Para combatir el calor y la humedad de las casas, se guisa en la calle. Aquí tenéis una cocina a pleno rendimiento, con la Honda Dream al lado, cómo no: